En el
camposanto
reluce
el polvo de estrellas
desde
dónde un día vinierais
y donde
otro día habéis vuelto.
Vuestras
luces
me
colman de paz
y
siento vuestras voces
dentro
del alma.
Polvo
que oye soy
en
polvo que susurra
me
convertiré.
Y seré
plenamente
lo seré
si,
polvo
estelar.
Vuestra
luz resplandece
en mi
memoria
ahí
donde siempre moráis.
No hay
difuntos en el Camposanto
pues en
mi corazón estáis
y con
vosotros algún día estaré.
Así siento a los míos que ya no están conmigo, gracias Alicia!
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