VIOLETA
No me
inquietas, Violeta,
cuando
tu mirada
color
de atardecer
se posa
en mis ojos.
Asombro
no provocas, Violeta,
solo
admiración.
Tus
ojos tienen
el
esplendoroso color del ocaso.
No me
angustias, Violeta,
cuando
te me apareces
de
morado vestida.
No me
haces temblar, Violeta,
cuando
tu mano pálida
acaricia
la mía.
No me
causas dolor, Violeta,
compañera
de camino,
destino
inexorable de mi vida,
máquina
que cuenta
el
tiempo que pasa.
No me
causas estupor, Violeta,
caminante
amiga
compañía
en paralelo
por la
senda de mi existencia.
Apareciste
en un pequeño manantial, Violeta,
con los
colores del alba.
Y
juntas vimos el fluir del río,
atravesamos
bosques y llanuras.
Y ahora
hemos llegado al mar.
Cada
cosa que inicia tiene su final.
Tu mano
nacarada cerrará mis ojos.
No
sentiré miedo, Violeta.
Sentiré
solo paz.
Y tú,
Violeta,
me
recostarás en la blanda y piadosa nada.
Alicia
Redel
El Diccionario Íntimo de Alicia.
Nota: el
personaje de Violeta en los otros poemarios de Alicia representa
a la
benigna muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario