sábado, 17 de septiembre de 2016

ALEPO


Oh Alepo.
De ti nada queda sino piedras grises.
Ruina total. Polvo sobre polvo
y lágrimas de barro negro.

Oh, Alepo,
una vez ciudad hermosa,
hoy reino de ratas.

Ciudad de vidas robadas.
Ciudad ensangrentada
cuya sangre seca
embadurna las casas
derribadas.

Polvo que llora polvo
pena petrificada.
Los pocos niños que juegan
en las desoladas calles
destinados están a morir.

Oh, Alepo
una vez ciudad hermosa,
hoy reino de las ratas.

Ni los pájaros sobrevivieron
a los jinetes del apocalipsis
que te arrasaron sin piedad.

Ciudad asesinada, oh Alepo,
que Dios observa
en asombrado silencio.

Polvo que se lleva el viento
viento que huele a muerte
y putrefación.

Nada queda de Alepo.
Solo dolor y desolación.

Alicia Redel
“El Diccionario Íntimo de Alicia”



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