Es palabra la
Misericordia
invocada con las manos
alzadas
por un hombre vestido de
blanco
que en Roma habita,
Francisco se llama.
Es palabra que se entiende
de verdad cuando la
necesitas,
igual que buscas el aire
cuando ya no respiras.
Es palabra que cobra
sentido
vista desde la
inmisericordia
que rige nuestra vida.
La Misericordia invocas
cuando, yendo a rastras,
ves la inmisericordia
reflejada
en las caras
circunstantes
e indiferentes a tus
heridas.
La Misericordia se
presenta
tras la negra
inmisericordia,
e igual que la luz, llega
atravesando la oscuridad.
La Inmisericordia
es palabra por mi
inventada.
Y eso que es la mayormente
practicada
por los inmisericordes
que constituimos la mayor
parte
de la Humanidad.
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