miércoles, 30 de marzo de 2016

BAJO VUESTRO CIELO


De vosotros quedaron

solo dos sillas vacías

bajo vuestro cielo azul.



Eran dos sillas vacías

en la distancia,

una al norte

otra al sur.



Eran dos sillas vacías
bajo ese vuestro cielo

que os vio nacer.

Que os vio morir.



Cenizas ahora sois

dos nubes en el azul.

Flores sobre ellas.



Pero las palabras

no dichas en persona

se podrán ahora decir

a vuestras sillas vacías.



Bajo vuestro cielo azul

en vuestras sillas vacías

no ha lugar el reproche.

Solo el perdón.


jueves, 24 de marzo de 2016

JESÚS EL HOMBRE DE LAS MANOS AGUJEREADAS

BUSCANDO A JESÚS A TRAVÉS DEL TIEMPO


-ARRASTRABA TRAS DE SÍ MULTITUDES.

-PARA EL PODER ERA SOLO UN AGITADOR DE MASAS.

-SUS PALABRAS RESULTABAN INSOPORTABLES A MUCHOS

Yo no sabía donde me dirigía. Ni tampoco porqué. Había iniciado uno de esos raros viajes del espíritu en los que uno por dentro se siente como vacío. Muy vacío.

Era como un viaje a ninguna parte en algún rincón del tiempo escondido dentro de la propia mente.

Era un caminar y caminar sin tiempo en un lugar polvoriento y de tierra seca y árida. Alguna que otra cabra raquítica aquí y allá se veía de vez en cuando. Pequeños pueblos en los que se encontraban gente modesta y laboriosa. Cada uno estaba atento a su propio menester. Entre ellos hablaban gesticulando y discutían del más y del menos en modo animado.

Resultaba difícil comprender la lengua que hablaban. Agudizando los propios sentidos y viajando atrás con la mente en el tiempo del espíritu en el que no existen pasado,presente y futuro,uno podía captar que el tema de la conversación era un personaje controvertido.

Debo decir que es un proceso curioso el de entrar en la onda de las lenguas de otro tiempo. Porque son cosas lejanas y cercanas que convergen. Algo parecido a los buscadores de Internet con la diferencia de que se prescinde del ordenador.

Es una forma de navegar solo con el pensamiento.

El personaje al que busco se llama Jesús.

Las pocas personas que he encontrado tienen opiniones contrastantes.

Su personalidad no deja indiferente a nadie,esa es su principal característica.

Había quién decía que esa su fuerte personalidad le permitía ser amigo de todos y que no le importaba nada de las habladurías de la gente. En el sentido de que solía frecuentar todos los ambientes del pueblo llano incluidas las tabernas con gente no precisamente del todo sobria y le daba igual que no todos tuvieran muy buena fama o fueran ignorantes.

Era también muy criticado por la relación de igual a igual que mantenía con las mujeres a las que abrazaba con cariño y como olvidando la costumbre de su pueblo de considerarlas impuras.

Él hablaba con todas, igual que hacía con los hombres, e incluso permitía de ser ungido con perfume por alguna de ellas sin considerar ésto nada escandaloso. Éstas cosas a algunos les parecían bien pero a otros no.

Porque las mujeres,ya se sabe,decían,son seres a los que en ningún modo hay que ni siquiera rozar ya qué habían recibido el castigo de tener el menstruo, lo que las hace no solo inferiores a los hombres sino además impuras.

A Él ésto le daba igual y ya fueran judías o samaritanas gozaban de su benevolencia y conversación.

La gente del pueblo le esperaba para escuchar su palabra. A veces arrastraba tras de sí verdaderas multitudes.

Esa era otra. Puesto que las multitudes eran generalmente ignorantes, él era considerado por muchos un agitador de masas.

Porque ya se sabe,la gente culta habla solo a gente culta. Y Él era diferente. Un hombre culto que prefería a la gente pobre e ignorante. Que le daba igual que las mujeres fueran puras o impuras. Y lo que es peor. Que dijera que Dios consideraba a todos los hombres y mujeres iguales e incluso que tuviera una preferencia hacia los pobres.

Éstas afirmaciones resultaban insoportables a muchos.

No se entendía a donde quería ir a parar. Éstos pensaban que quería volver al revés la sociedad. Destruir la religión. Insultar al clero. A la clase dirigente en general.

A algunos sacerdotes de la Sinagoga les había dicho que incluso los publicanos y las prostitutas les llevaban la delantera en el camino del Reino de Dios, en especial les había llamado sepulcros blanqueados llenos de gusanos e hipócritas. A los ricos les había destinado el peor de los lugares infernales si persistían en su egoísmo. Más fácil sería que un camello pasara por el ojo de una aguja que ellos llegaran al reino de los cielos.

Y no digamos la que se organizó un día en el Templo con los comerciantes. Bueno,decían algunos, a esos los echó literalmente a patadas del lugar sagrado. Tremendo. Las personas que presenciaron los hechos se quedaron de piedra porque Él era persona tan dulce y nunca le habían visto encolerizado.

Algunos de los más críticos afirmaban que era una especie de hereje y blasfemo puesto que quería cambiar la Religión enmendando la plana a los antiguos profetas y diciendo continuamente “donde dice ésto,yo os digo ésto otro”.

Había tenido incluso la osadía de impedir la muy merecida lapidación de una mujer adúltera a la que unos buenos padres de familia iban a proceder siguiendo la costumbre y con toda la razón del mundo,faltaría más. Pues bien,tuvo la desfachatez de decir que tirara la primera piedra quién estuviere libre de toda culpa. Y,claro,aquellos pobres hombres se quedaron tan desconcertados que,oiga usted,no se atrevieron a tirar ni una sola piedra y se fueron. A la mujer le dijo “vete y no peques más”

Todo un puro escándalo.

Si sigue diciendo esas cosas, las mujeres se desmadrarán. La sociedad se vendrá abajo. Y no digamos la historia esa de Dios que es justo y misericordioso. Si es justo no puede ser misericordioso. Es incompatible. O la otra historia del perdón. Nada de ojo por ojo y diente por diente. Nada de eso. Hay que poner la otra mejilla. Pura locura.

¿Y que me dice usted de esa muchedumbre de ignorantes y zarapastrosos que le siguen a todas partes? Dicen que cura enfermedades y que expulsa demonios e incluso hay quién afirma que puede resucitar a los muertos.

Quiere muchísimo a los niños y ha asegurado que aquél que les escandalice es mejor que se tire de cabeza al mar. Los niños le adoran,siempre corren detrás de él y él juega con ellos.

También en otra ocasión dijo mostrando una moneda con la cara de César que había que dar a Dios lo que es de Dios y a César lo que es de César. Le puedo asegurar que ésta es una de las cosas más desconcertantes que ha dicho y que muchos seguimos pensando en su significado porque aquí consideramos que no tiene nada que ver César con Dios. Quizá con el tiempo podamos entender que quiso decir con eso.

No creemos mucho en eso que va diciendo sobre la igualdad y sobre el amor. Aquí pensamos que solo el temor es útil a los hombres. El día en que todos se crean iguales,apaga y vámonos. Ese joven predicador va a tener muchos problemas y sus seguidores también.

Esas cosas decían algunos de los que lo criticaban.

Pero las multitudes corrían tras Él alabándole.

Yo sigo dando vueltas de un lado para otro en éste viaje mio sin tiempo.

Sigo sin saber a dónde voy ni por qué no logro encontrar a esa persona tan absolutamente fascinante.

Reconozco mi curiosidad por un personaje tan controvertido.

He dado vueltas y vueltas y siempre he oído a todos hablar de Él.

Pero nada. No he conseguido encontrarle. Y sí que me gustaría. Y si que lo he intentado.

Pero estoy segura de que tarde o temprano podré verle y acercarme a Él.

Un día lo encontraré. Estoy segura.

Sigo y sigo.

Sigo a ciegas entre éstos pedregales.

En medio del polvo en éste maldito desierto.

Pero no pierdo la esperanza .

Al fin y al cabo en el desierto además del polvo, por la noche brillan las estrellas.



CAPÍTULO II
JESÚS EN LA TIERRA DE CAÍN


-SU MAYOR DOLOR FUE LA SOLEDAD Y EL ABANDONO

-LA SUYA ERA UNA MUERTE INEVITABLE Y ANUNCIADA

-PERO DICEN QUE HA RESUCITADO

Debo decir, para quién le pueda interesar, que he continuado la infructuosa búsqueda de aquél personaje llamado Jesús del que todos aquí y allá hablan navegando en ese lugar sin espacio ni tiempo escondido en lo más profundo de la mente.

Las noticias de las pocas personas que he podido encontrar son alarmantes.

Aquél personaje que yo busco ha muerto.

Le han pasado cosas en absoluto espantosas.

Para empezar ,me han dicho que un discípulo suyo lo había vendido por treinta monedas a los enemigos que le buscaban aunque Él en realidad consideraba que no existían los enemigos ya que llamaba hermanos a todos los seres humanos. Es más,predicaba que cualquier tipo de ofensa había que perdonarla. Pero a Él nada le fue perdonado.

Le habían condenado a muerte acusándole de blasfemo. Habían preferido liberar,ya que el pueblo podía conceder la gracia a un condenado, a un delincuente llamado Barrabás.

Bien se podía decir en éste caso que nadie es profeta en su tierra ya que antes de éstos acontecimientos terribles muchos de sus seguidores lo consideraban un profeta e incluso el anunciado Mesías.

Cesar,-dad a Dios lo que es de Dios y a Cesar lo que es de Cesar- por boca de su gobernador en Palestina Poncio Pilato, se desentendió de él.

Le consideró inocente según la lex romana ya que no la había infringido en ningún modo. Pero tuvo miedo de los posibles desordenes. No quería problemas políticos con respecto a sus gobernados judíos a los que no pudo aplacar ni siquiera azotándole.

Le preguntó que era la Verdad pero no obtuvo respuesta. Pilato no supo interpretar el silencio. El condenado ni protestó ni se defendió.

Pilato se lavó las manos diciendo que la sangre de aquél hombre, al cual consideraba inocente,no caería sobre su cabeza sino sobre la de quienes le condenaban.

Pensó de sí mismo que era un cobarde pero se autojustificó en la convicción de que un político siempre lleva dentro de sí una dosis grande o pequeña de cinismo y cobardía y que por lo tanto no era ni mejor ni peor que los demás.

También sus seguidores y discípulos, que habían cenado con él la noche anterior, le habían dejado solo e incluso habían afirmado que ni le conocían.

Su soledad había sido absoluta y total.

Todos le habían abandonado.

Tuvo que soportar que una extraña coalición de jueces, sacerdotes, políticos, seguidores y amigos se encontraran de acuerdo todos en abandonarlo a su terrible destino.

Los que Él había elegido como futuros cristianos y fundadores de su Iglesia no solo no hicieron nada sino que además los unos se escondieron y otros huyeron.

Cerca de la cruz quedó su madre , Juan, y aquellas mujeres que solían seguir a Jesús.

Murió con gran dolor.

Pero su mayor dolor fue el abandono. Fue la soledad.

Ni latigazos, ni insultos, ni clavos en su carne, supusieron un dolor tan grande como el estar solo, completamente solo.

Así me refirieron aquellos que encontré en éste polvoriento desierto situado fuera del tiempo en el que yo me encuentro .

Era previsible que todo acabara así.

Era una muerte anunciada e inevitable.

Había dicho que todos los hombres, ricos o pobres, eran iguales.

Predicó la igualdad y la justicia donde no existía ni igualdad ni justicia.

Predicó el amor donde predominaba el odio.

Nació, vivió y murió en la Tierra de Caín. El odio era el factor dominante.

Predicó el perdón y la misericordia en la tierra del ojo por ojo y diente por diente.

Lo del perdón le fue fatal.

Le fue fatal porque muy pocos son los hombres que saben, pueden o quieren perdonar.

Y si perdonan, la mayoría dice que perdona pero no olvida.

La idea del perdón ni la aceptaron, ni la aceptan, ni la aceptarán.

Por eso hay odio, venganza, guerra.

El género humano por lo general ni ama ni perdona a quién quiere cambiar mucho las cosas.

Todavía hoy el perdón es un concepto casi abstracto para la mayoría de la gente, igual que ayer, igual que en la noche de los tiempos. Por eso Caín mató a Abel.

Por eso creo que la muerte de Jesús fue inevitable.

Hoy lo volverían a matar por los mismos motivos.

En éste largo camino he intentado en todos los modos de encontrarle sin conseguirlo.

Dicen algunos caminantes que ha resucitado. Otros no lo creen.

Pero está el hecho concreto del sepulcro vacío no obstante la guardia romana.

Dicen que primero se apareció a María Magdalena.

Dicen que ha encontrado a sus discípulos.

Dicen de las lágrimas de Pedro por haber renegado de Él.

Dicen que Tomás, no creyendo nada ,tuvo que meter los dedos en su herida del costado para convencerse.

Esto me da alguna esperanza.

Porque si muchos le encontraron yo también podré.

Aunque es fácil perderse en el desierto polvoriento.

Quién sabe.

Yo sigo.



CAPÍTULO III

EL MAL LADRÓN



-ME MUERO CONSUMIDO POR EL DOLOR Y LA RABIA.

-MALDITOS SEAN LOS JUDÍOS Y LOS ROMANOS.

-PERO ÉL,SI MUERE POR AMOR , MUERE TAMBIÉN POR MI.



Soy el Mal Ladrón.

Mi historia sin historia ha hecho Historia. Y la única historia que me acompañará para siempre irá ligada a éste maldito adjetivo. Es verdad que soy un ladrón como tantos otros. Pero las circunstancias han querido que sufra la Crucifixión Romana junto a ese hombre,Jesús,al que llaman rey de los judíos.

Yo ya sé,por lo que he oído hablar de Él,que ese hombre no ha hecho nada malo,su condena ha sido injusta e injustificable. Le odiaban los poderosos,lo temían,lo consideraban un rebelde,un inconformista,uno que arrastraba multitudes tras de sí porque decía que todos los hombres eran iguales.

El poder de los judíos eso no lo podía soportar. Había que matarlo como fuera. Quitárselo de en medio.

Tampoco el poder romano podía soportar desórdenes. Ni podía ponerse en contra de los mandamases de la provincia administrada. Por eso se había lavado las manos ese hipócrita de Poncio Pilato. Sabía de condenar un inocente.

Pero ahora está solo,las multitudes le han dejado solo,sus discípulos han renegado de Él y le han dejado solo. Solo uno de ellos ha quedado junto a su Madre al lado de la cruz intentando calmar su llorar desconsolado.

Me desconcierta su resignación. Es verdad que invoca a su Padre que dice de haberle abandonado. Pero si es verdad que es Dios como dice,¿porqué no hace nada?¿porqué no se pone a salvo Él y porqué no nos salva a nosotros?

No lo comprendo. Además ni me resigno ni perdono a esa gentuza que está ahí abajo riéndose de nosotros.

Él ha dicho que los perdona porque no saben lo que hacen.

Yo no los pienso perdonar y además les maldigo.

Me muero consumido por el dolor y la rabia.

Me muero con los dientes apretados y deseando que les fulmine un rayo a todos.

Mi compañero, el otro ladrón, le ha pedido de llevarle con Él al Paraíso. Y Él le ha respondido que si, que se irá con Él al Paraíso.

Quizá sea verdad lo que ellos dicen. Quizá exista realmente un Paraíso.

Dicen que ese hombre llamado Jesús habla siempre de Amor, de amar incluso a los enemigos. A mi eso me desconcierta. Pero a lo mejor es verdad.

Y si eso que dice es verdad, y debe de serlo porque sino no sé explicar su resignación, quiere decir que también a mi me ama aunque pase a la Historia como el Mal Ladrón.

Eso quiere decir, si ÉL es Dios, y comienzo a creer que lo es de verdad, que cuando pasen los siglos después de ésta Crucifixión Romana,que maldito sea el Imperio Romano, nos representarán eternamente con ésta imagen que nos ve a los tres juntos.

Me han dicho también que Él muere para salvarnos a todos.

Dicen que muere por Amor a nosotros.

Pues seguro que me ama a mi también.

Está muriendo también por mi.

Aunque pase a la Historia,maldita sea la Historia,como el Mal Ladrón.



CAPÍTULO IV
ENCUENTRO EN EL DESIERTO


-EL HOMBRE DE LAS MANOS AGUJEREADAS ESTABA EN EL DESIERTO Y ME MIRABA.

-ME TENDIÓ SU MANO.

Le vi a lo lejos. Su silueta se recortaba en uno de esos horizontes encendidos que iluminan el atardecer del desierto.
Estaba solo, sentado, perdido en sus pensamientos.
Me detuve a contemplar la delgada figura escondiéndome tras una roca.
Es difícil esconderse en el desierto.
Pero allí me paré porque sentía un profundo cansancio. Aunque mi desierto es intemporal, mi sensación de estar perdida, sola y desorientada es real.
Diría que éste mi caminar sin saber bien a dónde voy dura siglos y que el desierto no es algo que está fuera de mi sino en mi interior.
Lo mío es caminar por éste desierto con el desierto dentro, como si el desierto y yo fuéramos la misma cosa.
En el desierto hay espejismos.
Yo he sido víctima de éstos espejismos en mil modos diferentes. Siempre he corrido tras esas ilusiones con el convencimiento de tocar con mis propias manos una realidad capaz de dar sentido a mi vida.
Pero por maravillosa que fuera la apariencia no encontraba tras mis dedos otra cosa que no fuera piedras o arena.
Pero no había perdido nunca la esperanza de encontrar alguna vez a aquél personaje del que todos hablaban con opiniones contrastantes llamado Jesús de Nazaret.
Y digo que no había perdido la esperanza porque me habían contado que después de la salvaje ejecución perpetrada por los romanos había vuelto del Reino de la Muerte. Si. Había resucitado.
No. No es una alucinación mía provocada por el desierto. Digo bien. No desvarío. Dicen que verdaderamente ha resucitado.
Dicen también que ha visitado a sus seguidores creando enorme desconcierto a Poncio Pilato. Es lógico. Nunca estuvo éste convencido de obrar con justicia habiéndole aplicado la pena de muerte. Dentro de sí sabía que condenaba a un inocente. Incluso pensaba de haber ajusticiado a una persona de naturaleza divina. Era consciente del hecho de que pasaría a la Historia como un estúpido, injusto y blando indeciso.
Había mandado colocar soldados romanos a la puerta del sepulcro. Pero nada. El galileo había desaparecido y los judíos estaban indignados con él y se mofaban de la incompetencia del Imperio.
Y allí estaba yo contemplando al hombre solo. ¿Sería él? ¿Sería yo capaz de hablarle y formularle preguntas? ¿Porqué mi instinto me decía que si,que aquél hombre era a quién yo buscaba? ¿Y porqué sentía yo aquella sensación de miedo y de angustia que me había convertido en una roca más del desierto?
Sobre todo quería preguntarle si él sabía porque yo me había convertido en el desierto mismo por dentro y por fuera.
Piedra y arena.
Los humanos difícilmente logramos evadir los espejismos, esas trampas que nos tiende el desierto. Caemos mil, millones de veces, en las mismas estúpidas trampas, hasta que nos engulle el mismo desierto y somos piedra y arena.
Arena y piedra.
Unas veces somos engullidos por nuestra insaciable ambición de Dinero, otras por nuestro enorme afán de Poder sobre los demás, o bien por nuestra hambre desmedida de Saber lo último de lo último y mucho más que cualquier otro.
Siempre tenemos la presunción de ser capaces de soslayar los espejismos del Dinero, el Poder y el Saber. Pero no es así.
El Dinero, el Poder y el Saber pueden más que nosotros, nos arrastran, nos derriban y nos hacen morder el polvo una y otra vez.
Nos parece de ser capaces de dominarles pero siempre son ellos quienes nos dominan.
El Dinero es efímero como las arenas del desierto.
El Poder es como un águila que nos aferra con sus garras y nos lleva a lo mas alto, nos ilusiona superar en altura a las nubes, pero cuando estamos allá arriba, nos suelta de golpe, y cuanto más altos estamos, más fuerte es la caída.
Culebras, polvo y arena.
Así nos deja el Poder cuando caemos.
La insidia más grande está en el Saber. Porque el Saber humano es un maravilloso tesoro, el problema es cuando nos creemos sus únicos propietarios. Cuando lo usamos en propio beneficio, cuando nos sirve para acrecentar nuestro Dinero y nuestro Poder. Cuando ese Saber nos convierte en manipuladores y tiranos.
La Sabiduría es siempre humilde. Los hombres casi siempre soberbios.
No sé porque pienso todo ésto aquí en medio al desierto.
Quizá será porque las respuestas que espero del Hombre del desierto sean esas. Pero el Hombre sigue ahí sentado envuelto en una luz que no sé si es su propia luz o la luz del atardecer.
Pero tengo miedo. Muchísimo miedo y angustia. Me gustaría preguntarle también porque los seres humanos tenemos siempre éste miedo.
El miedo,ahora que me he convertido en parte del desierto, es lo único que me hace humano.
Diría más. El miedo lo compartimos los seres humanos con todos los seres vivientes.
Los otros seres vivientes tienen miedo de ser devorados por nosotros. Nosotros los humanos tenemos miedo de devorarnos entre nosotros mismos.
Tenemos también miedo a estar solos en éste enorme Universo. Aunque estemos en medio a otro seres humanos,en realidad estamos solos con nuestra propia conciencia.
Cada uno de nosotros es único y está solo.
Culebras, piedra y arena. Eso es el hombre en su miedo y su soledad.
El Hombre volvió la cabeza.
Sentí su mirada en mi.
En su mirada había toda la luz del Universo.
No fui capaz de articular palabra. Mis preguntas es como si hubieran sido absorbidas por su mirada. El silencio era total.
Me tendió su mano agujereada.
Aferró con fuerza mi mano indecisa.
No dijo nada.
No dije nada.
No era un espejismo.
Era real.
Empezamos a caminar por el desierto.
Me conducía de la mano.
Recuerdo que en mi niñez ese era el modo en que me conducía mi madre y que entonces yo no sentía miedo ni soledad.
No siento más miedo.
No siento más soledad.
Ya no soy piedra.
Ya no soy arena.
No sé porque él me conduce.
Me impresiona su mano fuerte y agujereada.
Me pregunto porqué me conduce de la mano.
Al fin y al cabo no lo merezco.


IMAGEN: Cristo Crucificado Salvador Dalí.
TEXTO:    La Pasión. Inmersión. de Alicia Redel 






miércoles, 23 de marzo de 2016

EN EL ATLÁNTICO

En el Atlántico enfurecido
fui engendrada una noche
de temporal.
Era un barco que navegaba
durante la Guerra Mundial.

Pero vosotros os amabais
y el entorno os daba igual.

Mi ser, al fin, fue.
Fue, entre ruidos del trueno
en una mar enfurecida
y aullidos de viento
concebido así.

Hija por tanto
de la espuma de olas,
de las nubes oscuras
de las algas verdes
y los monstruos del mar.

Era un barco que navegaba
durante la guerra mundial.

Pero vosotros os amabais
y el entorno os daba igual.

Y una vez llegó la paz,
a guerra acabada,
ya os habíais dejado de amar.