martes, 27 de julio de 2021

LA GRAN VIA DE ANTONIO LÓPEZ. MADRID MÁGICO Y SURREALISTA


 


Recorriendo el laberinto translúcido

llego a los jardines del Retiro

y allí veo los primeros pájaros muertos

aunque luego encontraré muchos más.


La brisa mueve las hojas de los árboles

bajo el cielo pálido de la mañana

y un gran silencio preside el escenario

no animado por el piar de avecillas

como a esa hora suele ser otros días.


Ahí están rígidos, las patas hacia arriba,

como preguntando al cielo un porqué.

Por el suelo, entre hojas secas, vagan

viejos periódicos a su aire ya aludiendo

al devenir de la bomba neutrónica.


¿Y quién lo hubiera creído entonces?

Cosas de profetas de mal augurio,

pero las pesadillas a veces se hacen reales.


Y así he pasado junto a la Puerta de Alcalá,

gris con sus parterres marchitos,

y a una Cibeles triste cariacontecida.


Mi Madrid bullanguero de siempre

sumido en ese hosco silencio,

quién la imaginara una cosa así.

Y así pues subo por una calle Alcalá quieta ,

veo la Gran Vía espectral sin ánima viva.


Los huecos de las ventanas

como ojos vacíos interrogantes.


Nadie que habite tras los cristales,

ninguna persona que transite por la calle,

un cielo que parece como pintado

tal es su perfección muda.


De vivo solo queda la luz hermosa

de la mañana en una ciudad muerta.



Contemplando el cuadro “La Gran Vía”

de Antonio López


Alicia Redel

MADRID MÁGICO


miércoles, 21 de julio de 2021

SANGRE QUE DE OTRA SANGRE BROTA. HILOS FAMILIARES.


 

SANGRE QUE DE OTRA SANGRE BROTA

HILOS FAMILIARES


Sangre que de otra sangre brota

Vida que que en nueva vida explota

Inmortalidad genética

que en la Eternidad desboca.


Lloros, risas, besos, enfados.

Voz que gime, sangre que grita.

Caminos paralelos que convergen

en el lejano Infinito.


Tiempo. Tiempo. Tiempo

pertinaz e inarrestable.

Nidos que se quedaron vacíos

con alguna pluma olvidada

Tristes testimonios de cuanto pasa.


Fotos. Fotos en blanco y negro.

Fotos que me hablan en la noche

cuando presto oídos vuestra sutil voz.

Voces lejanas de antepasadas

que antaño vivieron amores, guerras

duelos, alegrías o carestías.


Historias felices o tristes

que vuestras imagines susurran

en mis largas noches insomnes.

Soy consciente de que en alguna parte.

esperais con vuestras manos tendidas.


Voces de una larga cadena

ininterrumpida de seres amados

que me recibiréis

con los brazos abiertos

vosotros sangre de mi sangre.


Larga cadena de amor

Hablando con vuestras fotos

Son las tres de la madrugada y os escucho

¡ Oh sangre mía que de vuestra sangre brota!


Alicia Redel LA VIDA MÍNIMA