Canta, golondrina, canta
que tu voz también cante
por mi.
Y tu canción de avecilla
vuele alto
alto y para todos su eco
resuene
fuerte en esta hora
crepuscular.
Vuela, golondrina, vuela.
Que esperanza traiga tu
algarabía
y tu vuelo surcando el
cielo en espiral
sea desliz armonioso y
lento vals
bailando con tu negra
compañera.
Canta, golondrina, canta
y sea el tuyo cantar de
esperanza.
Vuela, golondrina, vuela
y sea el tuyo vuelo de
libertad.
Alicia Redel
LA VIDA MÍNIMA