MARIPOSA
CLAVADA EN LA PARED
Mamá,
aunque
tu me veas no soy yo.
Tras el
accidente la luz intensa llamaba.
Pero
cuando quise volar sentí un agudo dolor
y quedé
clavada para siempre al suelo.
Como
esas mariposas que clavan vivas
con sus
alas a un panel de corcho.
Esta
que ves aquí llena de tubos,
ahora
solo huesos y piel soy yo,
mamá.
El
catéter en el estómago me impide hablar,
mamá.
Ellos
dicen que las “constantes vitales”
están
bien, mamá.
Mamá
yo
tengo miedo a esta oscuridad.
Yo no
soy la que tu ves, mamá.
Yo no
soy la que tu esperas
que
pueda volver
mamá.
Yo no
puedo volver. Yo no volveré.
Nunca
volveré, mamá.
Tú
morirás esperando
que yo
vuelva, mamá.
Tú te
irás a tu luz
y me
dejarás aquí clavada
con las
“constantes vitales” bien,
mamá.
Sólo
la luz intensa que me llama
siente
mi enmudecida voz.
Pero
tampoco la luz intensa
puede
sino esperar
mamá.
Mamá
las ataduras no curan.
No
alivian mi dolor.
No
abrirán mis ojos.
No me
ayudarán a hablar.
Solo
tendré las “constantes vitales” bien,
mamá.
Mamá
despégame
de la pared.
Díselo
a los señores de blanco.
No les
pido que me maten.
Sino
que me desclaven
y me
permitan en último vuelo
a la
luz volar.
Mamá,
esta que ves aquí no soy yo.
Yo soy
solo una mariposa clavada en un panel.
Mamá,
arráncame los alfileres
por
favor, mamá.
Mamá
yo tengo miedo a esta oscuridad.
Mamá
yo estoy aquí en ninguna parte.
Mamá
quiero irme a la casa de la luz
que me
llama.
Mamá
tu me diste a la luz.
Mamá
devuélveme a la luz
otra
vez, mamá.
Alicia
Redel
El
Diccionario Íntimo de Alicia