La hasta ahora Vida Vivida está desaparecida.
Cualquier cosa que antes fuera grande y brillante
ahora es pequeña, modesta, etérea, mínima.
Las grandes cosas se fueron como llevadas por el viento
o quizá por una plaga extraña o por el Fato...
Nadie sabe porqué se rebeló el Universo
ni porqué comenzaron a morir los humanos.
Como regalos a nuestra Memoria
quedasteis las pequeñas criaturas.
Vosotras las libélulas, las abejas, las hormigas.
Y también, a recordar que hubo un mundo anterior,
que valoraba sobre todo lo Grande
permanecisteis las flores a testimoniar
el valor de lo Exiguo
.
No ha muerto la Primavera de la Vida Pequeña
y así edelwais de los Alpes, crocus de Flandes
violetas de Parma. azahar de la Alambra.
Humildes margaritas de pradera...
nos recordais el gran valor de lo Mínimo
Sois pinceladas perfumadas de color
destellos de vida surgente,
luces que rompen la oscura noche
reinas modestas, etéreas, mínimas
hoy en que lo Grande ya no importa.