Anoche
soñé que yo misma soñaba.
Y
en mi sueño había un jardín lleno de flores
donde
entre mil colores
revoloteaba
una Mariposa Azul.
Dicen
que la mariposa iridiscente y parlanchina
susurra
palabras a las niñas dormidas
y
hasta inventa sus nombres dándoles sentido.
Nombres
de estrellas, de flores, de colores.
Anoche
soñé, oh maravilla,
que
el hada convertida en mariposa
jugueteaba
con los duendes escondidos
entre
las plantas del jardín holandés,
ese
donde habita la tórtola del blanco collar.
Y
posándose, preguntaba la azul mariposa
a
la dalia rosa, a la perfumada violeta,
al
orgulloso tulipán, a la tímida margarita,
a
la altiva rosa y a la flor de la pasión...
¿Que
nombre será el de la niña ?
Y
el escarabajo verde alzando su sombrero
decía
a la Mariposa Azul que subía y bajaba
“Me
gusta la dalia porque es alta y decidida.
Me
gusta la margarita porque es humilde y sencilla”.
“¡Oh, si!”, asintió la tórtola del blanco collar,
“Ese
es el nombre de la niña”
´
“¡Ese
sí, ese es el nombre!” corearon los duendes
tirando
al aire sus gorritos puntiagudos.
“ Sí,
sí, sí”- afirmó la libélula
zigzagueando
sobre el canal.
“Oh
sí, me gusta, es genial”
aleteó
la madre pata con todos
los
patitos en fila que gritaban
“Si,
es genial, será la reina del canal”.
Dalia
la flor altiva, Margarita la más sencilla.
“Ese
es el nombre”- dijo la Mariposa Azul.
“Ese
será” corearon el escarabajo verde,
la
tórtola del blanco collar, la libélula irisada
y
todos los patitos del canal.
Esa
es la historia de tu nombre,
Dalia
Margarita.
La
niña que habla con las mariposas.